11/23/2006

Las trampas escolares

Desde que era pequeña, mi papá me inculcó el hábito de la lectura de Selecciones, en la publicación del mes de noviembre hay un artículo sobre las trampas escolares que me pareció muy interesante por mi quehacer diario. Trabajo como orientadora en un instituto nacional, y he luchado por combatir durante algún tiempo el flagelo de las trampas escolares, la que se ha caracterizado, en una costumbre muy arraigada; pienso en qué tipo de personas y profesionales serán en el futuro estos muchachos, si se acostumbran a hacer ese tipo de maniobras para ganar un examen, una asignatura o un grado, y lo más impresionante para mi, es que en lugar de tener a los padres de nuestro lado, es decir, luchando en contra estas actitudes, en cierta forma algunos las fomentan; cuando un estudiante olvida una tarea en casa, algunos padres se las llevan al plantel, aún a sabiendas que esto no es permitido, les avalan con notas falsas de que faltaron por una emergencia, les hacen las tareas, etc., los padres que se prestan a esto, no se percatan de que están induciendo al fraude escolar, ni que les están haciendo un gran daño a sus hijos y a la sociedad en general, no es solamente una forma de actuar, es un estilo de vida que tiene como base la mentira y el engaño.

11/12/2006

La confianza de los niños

Tengo una hija de siete meses, yo como su madre, le enseño a ella pero ella me enseña mucho mas a mi; hace algunos días, la tenía sentada en mi regazo, viendo hacia mi, sostenida con las dos manos en su espalda, ella se echaba para atrás en son de juego y pensé en lo confiados e inocentes que son los niños, ella sin duda aseguraba que yo no la iba a dejar caer. Esa pequeña acción me hizo reflexionar, ¿en qué momento de nuestras vidas, los adultos dejamos de confiar en los demás?, posiblemente por las experiencias de la vida, pero esas mismas experiencias son las que nos hacen perder nuestra inocencia, nuestra capacidad de confianza incondicional, la que más tarde lucharemos por recobrar.

11/08/2006

Los adolescentes

Hace ya algunos años, trabajo con adolescentes y actualmente soy mamá de una, he tenido que dictar algunas conferencias sobre el tema , desde luego basándome en los conocimientos que tengo y mi experiencia, no cabe duda que los adolescentes son un gran enigma, no creo que haya otra etapa en el desarrollo del ser humano más difícil de manejar que la adolescencia, sin embargo no es algo imposible, solo se necesita estar seguro de si mismo y una gran dosis de paciencia y cariño hacia ellos. Por ello es muy importante nuestro desarrollo emocional, contrario a lo que se cree en relación a que es una pérdida de tiempo y dinero, es una buena inversión.
Lo más trascendental de este período es comprender que ellos andan en busca de IDENTIDAD, y de allí gira su conducta aparentemente desorganizada, impredecible, rebelde, desafiante. Definitivamente buscan a quien parecerse, principalmente a una persona que admiran, ya sea como se comporte, qué valores tiene y hasta como se viste, desde luego, que no se parezca a sus papás; por ello es que vemos a nuestros hijos e hijas vestidos de forma similar, hablando de determinada manera y haciendo cosas que nosotros no hacemos, ya sea positiva o negativamente.
Cuando un niño, ha tenido dificultades en su desarrollo, principalmente de violencia (física, emocional, sexual, por negligencia), está más proclive a verse afectado por este período de la vida, ya que allí precisamente se maximizarán esos conflictos, aunado a esto, conlleva lidiar con los cambios físicos-sexuales, por ello es importante el acompañamiento durante todo su desarrolo, empleando mucha empatía y tratando de comprenderlos, porque ¿quién no ha pasado por allí?
No se puede negar, que es un período personalmente conflictivo pero feliz, pues es el momento en la que se forjan nuestros sueños, metas, ideales, lo que se pretende hacer en el futuro, el primer paso de ésto es la elección vocacional en donde se van a plasmar nuestros objetivos de vida.

11/02/2006

Hace quince años....

Hace quince años, el dos de noviembre, vino a llenar de dicha nuestras vidas, nuestra amada hija Mónica, hemos compartido con ella momentos felices y momentos tristes, hemos podido apreciar su sensibilidad ante el dolor humano, solidaridad y espíritu de servicio, y le agradezco a Dios, haberme regalado este tiempo para estar a su lado. Recuerdo que cuando nació, el Pediatra nos dijo: "La niña tiene parálisis cerebral", producto de que no reaccionaba ante los estímulos por la morfina que me habían administrado al momento de la cesárea, quien iba a pensar que no padecía parálisis cerebral, por el contrario, aparte de ser una joven muy hermosa, es una excelente estudiante, y con unos valores dignos de imitar. Me ha proporcionado mucha satisfacción cuando ha sido abanderada, cuando me felicitan sus maestras, compañeras y madres de familia, por ello y por ser como es, me siento muy orgullosa de ser su mamá y le pido al Señor que me regale el tiempo necesario para ver culminados todos sus sueños.