5/05/2008

¿Estrellita dónde estás?


Recién salida del hospital

Una de sus recientes fotografías


En una oportunidad anterior ya les he compartido esta historia, pero por lo próximo del DIA DE LA MADRE, me pareció oportuno volver a recordarlo, además de sentirme muy emocionada y satisfecha con los logros de Elda

Ya saben que pasado por dos operaciones a corazón abierto. A finales del año 2,005, cuando asistí a mi chequeo de rutina con el cardiólogo, le conté algo preocupada que mi período menstrual tenía un retraso de tres semanas, yo pensaba que era consecuencia de complicaciones con el medicamento anticoagulante que utilizo a diario; el médico se mostró sumamente preocupado y en el mismo instante me dijo que me harían una prueba de embarazo y que esperara el resultado.

Cuando entré nuevamente a su clínica, sus palabras fueron las siguientes: “Tenemos problemas, está embarazada”, le pregunté la razón del problema y adujo que los medicamentos anticoagulantes producen deformidades en el feto, realmente pensé que el diagnóstico pintaba mal.

Fui referida a la ginecóloga la que me advirtió que por tratarse de un embarazo de muy alto riesgo, me iba a referir a otra unidad, a estas alturas yo estaba angustiada y pregunté si mi bebé estaría bien, ella me dijo que harían lo posible por salvar la vida del bebé pero que en caso de escoger entre él y yo, no habría ninguna duda que se inclinarían por mi; no conforme con esos criterios busqué las opiniones de otros cardiólogos, las que lamentablemente y a mi pesar coincidían con las anteriores.

En la unidad a la que fui referida me atendió un nuevo cardiólogo quien me mandó a realizar dos exámenes decisivos: un ecocardiograma y un holter (electrocardiograma de 24 horas), mientras llegaban los resultados, mi embarazo transcurrió entre la ilusión y la angustia, era de esperar que todo el tiempo que duró, la pasara suspendida reposando en casa.

En un intento desesperado, decidí suspender los medicamentos que me salvaban la vida, por no dañar la de él; cuando llegué a consulta con mi cardiólogo de muchos años, el Dr. Mora le conté la medida realizada, me dijo que siendo así no sería ni yo ni el bebé.

Cuando llegaron los resultados de los exámenes realizados el cardiólogo me dijo que mi corazón estaba funcionando inadecuadamente, que tenía espacios de dos segundos a lo largo del día en donde se detenía y que era urgente que se me pusiera un marcapasos, para lo cual había que concluir el embarazo y practicar un legrado, en ese instante recordé las palabras de la ginecóloga que me vio inicialmente. Ha sido la noticia más devastadora que he recibido en mi vida, por esos días, soñé con un ángel, a quien le pregunté por mi bebé, me respondió que no me preocupara que era una niña y estaba bien, le pregunté el nombre a ese ser de la luz, me respondió que era el arcángel Gabriel.

Mi hija nació prematuramente a las 32 semanas de embarazo, el 21 de marzo de 2,006; pasó alrededor de un mes en una incubadora, con un respirador mecánico, no puedo detallar a cabalidad los sentimientos devastadores que me inundaron en sus primeros días de su vida, sin embargo en contra de todo pronóstico, goza de buena salud, es inteligente y comenzó a decir sus primeras palabras a los diez meses; por nombre le pusimos Elda, que además de ser el nombre de mi madre, quiere decir luchadora y Gabriela en agradecimiento al Arcángel portador de la noticia que Dios me envió.

Ha sido una bendición, alegría y por qué no decirlo, un cambio en la rutina de nuestras vidas; por la misma razón en ciertos momentos le pido a Dios paciencia. En estos días ha aprendido su primera oración que es parte de una conocida canción infantil “¿Estrellita donde estas?”, para mis adentros respondo: entre nosotros, Elda