He leido un libro que se llama "Al andar se hace camino" de Carlos Vallés y realmente me ha cuestionado bastante.
El autor ha vivido en oriente (China, India, etc) y dice que la forma que tienen los orientales de ver la vida es diferente a esta parte del planeta, y es que allá la filosofía es vivir al máximo cada momento del presente ¿pero no es eso lo que hacemos?, de hecho no lo hacemos, nos despertamos y estamos pensando que vamos a desayunar, al desayunar pensamos en el día de labores, estando en el trabajo, pensamos en lo que haremos cuando lleguemos a casa, ya en casa, pensamos en como nos fue en el día, luego pensamos en lo que haremos mañana. Increible pero cierto, lo que menos difrutamos es el momento presente, pensamos en el futuro y en el pasado, pero el presente que es de lo que está hecha la vida, lo pasamos como un puente.
Esto lo ilustra contando una anécdota de una persona de la India que visitaría Inglaterra, el quería prepararse y un mes antes del esperado viaje comenzó a practicar el inglés y a manejar al lado contrario, motivo por el cual se accidentó en contra de un camión; el quería adelantarse en tiempo al cambio, pero esto no es posible que el lo hiciera en el presente.
Y es que nosotros los occidentales estamos muy condicionados al logro, al exito, yo he vivido de acuerdo a ese esquema pero he perdido mucho de mi "vida" en hacerlo.
Cuando entré a estudiar en la universidad, me propuse terminar mi carrera en el menor tiempo posible, cerre pensum en cinco años, en el quinto año en la clase de investigación, comencé mi trabajo con fines de tesis, me llevé un año mas en aprobarlo, me he sentido muy orgullosa por ello, pero ¿a que costo?, a veces platico con mis hermanos sobre experiencias que se dieron en el lapso de esos seis años que yo no tuve la oportunidad de experiementar, pero ahora ya estoy aprendidendo que la vida no regresa, que esos momentos que dedico a mi familia son los más gratificantes que existen.