Esta semana ha sido particularmente cansada, voy a detallar por lo que he pasado:
El sábado pasé exámenes finales en la U, las respuestas eran abiertas, a la hora de la calificada, tuve que darme a la tarea de analizar una por una de los casi 80 estudiantes, y dicho sea de paso, ¡escriben cada incoherencia!.
Las celebraciones del día del maestro que he tenido en varios sectores, en las que he comido a mas no poder y me han hecho bailar y hacer dinámicas, lo que realmente, aquí entre nos, no me gusta y me cansa bastante.
El vehículo que me dejó tirada en el CUM (centro universitario metropolitano), a las 19:30 horas, puede sonar temprano, pero en lo que llegaba el mecánico y el taxi, salí de allí a las 20:30 y llegué a mi casa a las 21:30 horas.
Ayer cuando fui a traer el vehículo a la ciudad, me dijo el mecánico que ya estaba en condiciones óptimas, llegué con el hasta el monumento a Tecún Umán y allí me empezó a fallar, llamé al mecánico y me dijo que regresara, para chequearlo nuevamente, por la entrada del aeropuerto, se quedó, no les voy a decir lo que la gente me decía en la hora pico y “estorbando el paso vehicular”, lo que si es cierto, que el mecánico llegó tarde, llamó un taxi, que también llegó tarde y cuando nos dirigíamos a la casa, no se podía pasar por que había llegado el Sr. Putín y alguna comisión de los juegos olímpicos, era un verdadero caos y llegué a la casa muerta de cansancio.
Anoche Eldita, quien se durmió a las 21:00 horas, se despertó a la una de la mañana para volverse a dormir a las 4:00, me tengo que levantar a las 5:00 y tengo invitados a almorzar.
El sábado pasé exámenes finales en la U, las respuestas eran abiertas, a la hora de la calificada, tuve que darme a la tarea de analizar una por una de los casi 80 estudiantes, y dicho sea de paso, ¡escriben cada incoherencia!.
Las celebraciones del día del maestro que he tenido en varios sectores, en las que he comido a mas no poder y me han hecho bailar y hacer dinámicas, lo que realmente, aquí entre nos, no me gusta y me cansa bastante.
El vehículo que me dejó tirada en el CUM (centro universitario metropolitano), a las 19:30 horas, puede sonar temprano, pero en lo que llegaba el mecánico y el taxi, salí de allí a las 20:30 y llegué a mi casa a las 21:30 horas.
Ayer cuando fui a traer el vehículo a la ciudad, me dijo el mecánico que ya estaba en condiciones óptimas, llegué con el hasta el monumento a Tecún Umán y allí me empezó a fallar, llamé al mecánico y me dijo que regresara, para chequearlo nuevamente, por la entrada del aeropuerto, se quedó, no les voy a decir lo que la gente me decía en la hora pico y “estorbando el paso vehicular”, lo que si es cierto, que el mecánico llegó tarde, llamó un taxi, que también llegó tarde y cuando nos dirigíamos a la casa, no se podía pasar por que había llegado el Sr. Putín y alguna comisión de los juegos olímpicos, era un verdadero caos y llegué a la casa muerta de cansancio.
Anoche Eldita, quien se durmió a las 21:00 horas, se despertó a la una de la mañana para volverse a dormir a las 4:00, me tengo que levantar a las 5:00 y tengo invitados a almorzar.
¡Qué semana!, pero a Dios gracias tenemos vida y son las circunstancias que le dan su sabor, además no todo es negativo, la comida estuvo sabrosa, las muestras de cariño satisfactorias, Elda el la madrugada platicaba, jugaba, además el mecánico y texistas se portaron a la altura.